Ideas para tu cabeza – Sombreros más ágiles

Se trata de una fábrica de sombreros.
No hacen otra cosa. Bueno… en realidad también hacen gorras.
Pero software no hacen, de eso estoy seguro. Nada que ver con desarrollo de software.

Ideas para tu cabeza es una fábrica de sombreros

Aclaro esto porque soy Ingeniero en Informática y docente en carreras universitarias de ese rubro. Además, en sus orígenes, Kleer -mi empresa- estaba enfocada principalmente en dar apoyo (mediante capacitación, coaching y consultoría) exclusivamente a equipos que desarrollaban productos de software, intangibles. Hoy en día el abanico de conocimientos adquiridos, técnicas disponibles y experiencias vividas se ha ampliado y hemos llegado a muy diversas industrias, tales como la manufactura y las agencias digitales, sin dejar de lado a los queridos developers.

– ¿Sombreros? ¿Y cómo podríamos colaborar con ustedes? – pregunté

– Trabajamos hace unos años con tableros Kanban para organizarnos. Ahora cambió el contexto y cambió parte del equipo… necesitamos algo nuevo. Me recomendaron que contacte a Kleer para potenciar al equipo y al negocio. – dijo Gaby (Gabriela Genovese) en la primera conversación telefónica.

Luego de esa charla, le compartí dos videos introductorios acerca de los doce principios ágiles y los cuatro valores del manifiesto ágil, y coordinamos una reunión, para que me cuente más acerca de su contexto.

Me acerqué al CMD (Centro Metropolitano de Diseño, en el sur de la Ciudad de Buenos Aires), donde actualmente se encuentra incubada la fábrica de sombreros «Ideas para tu cabeza». Fueron 15 km en bicicleta, desde mi casa en el barrio de Palermo, que me dieron tiempo para reflexionar sobre las posibilidades que teníamos adelante con este tipo de proyectos. Una linda mañana de sol.

Me recibieron con unos mates y con las puertas abiertas y luego de dos horas de charla, llegamos a la conclusión que había mucha tela para cortar (literal y metafóricamente). Planificamos que empezaríamos escuchando al equipo. Primero mediante charlas uno-a-uno, entre Gaby y todas las personas que allí trabajan. Eso demoró unos días, pero lo llevaron adelante.

Los visité nuevamente unos días más tarde, para facilitar la primera Retrospectiva, como solemos llamar a las «sesiones de mejora». Fue una reunión sumamente participativa. Surgieron todo tipo de cosas: agradecimientos para todos, actitudes que son valoradas dentro del equipo, problemas de organización, de orden, y presiones que sufren en las fechas cercanas a las entregas. También surgieron unas cuantas ideas para mejorar. Si bien el objetivo principal de esa reunión era compartir puntos de vista y exponerlos para que todos estén en la misma página, fueron más allá y se comprometieron a realizar varias acciones concretas para mejorar.

El equipo de Ideas para tu cabeza

Algunos compromisos tuvieron que ver con el orden de la materia prima, las máquinas y los sombreros terminados. Otros, con la forma de trabajar, de organizarse. También mostraron interés en tomar métricas para conocer el avance con respecto a las fechas de entrega de cara a los clientes.

A lo largo de la mañana, conversamos sobre el modelo Lean de manufactura, sobre las 5s y las 9s que usan muchas fábricas japonesas, sobre la importancia de la comunicación en el día a día del equipo… y ese día surgió un lema: «Seamos como los japoneses».

¡Seamos como los japoneses!

Unas semanas después, el equipo se volvió a reunir para analizar cómo venían con sus compromisos. En la vorágine por hacer sombreros, habían dejado de lado esas ideas. Aprovecharon ese momento de «parar la pelota» para acordar ciertas cuestiones básicas relacionadas con la limpieza y el orden de su espacio de trabajo. También coordinaron horarios para sincronizar tareas diariamente en mini-reuniones. Adicionalmente, dijeron que tendrán visibles en una línea del tiempo, las unidades terminadas cada día. Ese día, hablaron acerca de formar hábitos y del desafío que eso representa.

Las cosas no cambian de un día para el otro, … o sí. En esta fábrica, se les dio la palabra a todos los integrantes del equipo y se respetaron las ideas que surgieron de sus cabezas. Ellos son los que saben hacer sombreros y de ahí provendrán una buena parte de las mejoras que puede haber allí.

Este es el inicio de una historia de mejora continua real. De un equipo auto-organizado. De personas comprometidas con su trabajo y con su forma de trabajar, con sus compañeros y compañeras, con el negocio.

Es el inicio, porque la mejora continua no es un destino sino un camino. Un camino que «Ideas para tu cabeza» decidió recorrer.

La mejora continua es un camino


Mirá el video institucional de «Ideas para tu cabeza»: